.Resumen de la 2ª Etapa de la Ruta delGallipato
22/11/08
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El tiempo invitaba a darse la vuelta entre las sábanas y dejar la excursión para otro día, pero el compromiso hizo vencer la pereza y pertrechados con gorros y bufandas emprendimos la marcha a la hora marcada.
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Fue un día estupendo,la enhorabuena a los expertos en senderismo, Chimo y Miguel, que nos diseñaron la ruta y lo tenían todo controlado.
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Hay paisajes que producen sensaciones y el que contemplamos fue expectacular: el mar, La Albufera, La montaña de Cullera, El Peñón de Ifach, etc. solamente por esto bien valió la pena la marcha.
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Se estrenó el GPS, así que esperamos que los técnicos nos pasen el informe correspondiente y así poder ver si el aparato funciona correctamente.
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Terminamos con el almuerzo, todos sentados en la entrada de la Calera de la Pedrosa, con una buena tertulia y pensando que había que empezar a limpiar todo el entorno donde nos encontrábamos.
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La próxima salida continuaremos con el tercer tramo de la ruta, que según nos están comentando los guías es mas bonito que lo realizado hasta ahora
.2º TRAMO DE LA RUTA DEL GALLIPATO:
COVA NEGRA – NAVAJO ROYO – BALSA DE LA PEDROSA..
“¡Con las veces que has ´cazao´ en esa clocha y ahora ecologista!”(Frase que un vecino de San Agustín le dirigió a Miguel al inicio de la excursión)
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El domingo 23 de noviembre teníamos programada la realización de un segundo tramo de la Ruta del Gallipato, y creo que es la primera actividad que nos ha salido tal y como se había programado en un principio, y eso que no lo veíamos muy claro...
Como ya es norma en la Asociación, el punto de reunión para salir fue la Fuente de San Agustín, a la que todos acudimos con la misma idea en la cabeza: “¡Uy qué airazo!¡No sé yo, no sé yo si…!”. Y es que 7 grados de temperatura y el viento frenan un poco.
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No obstante, pudieron más las ganas que el viento y marchamos en los coches hasta la Balsa de La Pedrosa, desde donde fuimos a pie hasta el inicio del tramo, en el cruce con el camino a la Cova Negra.
En este cruce, situados saliendo de la Cova Negra, bajamos por el camino principal y tomamos una bifurcación a la izquierda que nos llevó al “Barranco del Hoz” o de la hoz, donde pudimos observar una pequeña charca. Desde este barranco iniciamos la subida hacia el Navajo Royo, y aunque el camino se divide en dos, ambos llevan al navajo, el de la izquierda entre pinos, y el de la derecha al descubierto.
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Casi sin darnos cuenta, a pesar del desnivel, llegamos al Navajo Royo, en el que hay un bonito corral de ganado en desuso. El navajo no es muy grande, pero es bastante circular, y de un color rojo intenso por la tierra arcillosa en la que está. A cinco metros del Navajo, en dirección Este, el camino sigue, cruza por el lado de un bancal y comienza la subida de la Umbría del Chocolate, llamada así por el color chocolate de la tierra. Esta umbría nos sorprendió a todos los que no la conocíamos por lo frondosa, ya que a pesar de que estos montes sufrieron un terrible incendio hace unos años, se han regenerado totalmente de manera espontánea: todos coincidimos en hacer el mismo comentario sobre la necesidad de realizar labores de selvicultura en la zona. En el camino de la Umbría pudimos ver tres “revolcaderos” de jabalí, lugares embarrados en los que los jabalíes se revuelcan para limpiarse de parásitos, dejando un rastro inconfundible.
El camino de la Umbría del Chocolate termina al poco de volverse llano, en una antigua “garra” hoy abandonada en la que se vuelve senda y sube a la izquierda en el único tramo algo difícil del camino –no os asustéis, poco más de cinco metros-, que nos lleva hasta el llamado “Navajo del Enjarrao”, un pequeño navajo en el que el agua no aguanta mucho tiempo. Junto a él se puede apreciar una veta gris de yeso, y sobre el navajo, siguiendo la senda, la caseta del Tío Enjarrao, que da nombre al navajo, y que nos lleva hasta el Collado Gabarda.
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En el Collado de Gabarda se nos cortó la respiración a todos, y no fue por el esfuerzo: por lo claro de la atmósfera pudimos ver una amplia extensión de mar, la Albufera, el monte deCullera, y tras ellos el Peñón de Ifach. A la derecha se veían los generadores eólicos de arriba del puerto de Buñol: creo que esta energía alternativa, planteada con el modelo actual de la Generalitat, no es ir hacia adelante si no hacia atrás.
Aquí, en este magnífico mirador, Rafa sufrió uno de esos ataques de hiperactividad que de tanto en tanto sufrimos algunos miembros de la ACLA, y salió disparado con el gps y la cámara de fotos hacia el cercano mojón de término que queda a la derecha del mirador; recuperado del “ataquito” se unió al grupo, camino de los preciosos corrales de Lázaro con su peculiar “arco” en punta de flecha (aquí el que sufrió el ataquito fui yo, aunque Alejandro con su cámara de fotos y Amparo Ferrer con la cámara de video no pararon en toda la mañana…).
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El camino llega hasta la pista forestal que está ante la puerta de los corrales: me comentaChimo que la Ruta del Gallipato bajará por la pista hasta la Balsa de la Pedrosa, pero como nuestra excursión hoy es para elaborar la ruta, y a partir de aquí es un tramo muy definido, decidimos disfrutar del paisaje y volver a la Pedrosa dando un pequeño pero bonito rodeo, cruzando la pista a la izquierda de los corrales, y bajando por un camino entre pinos que pasa junto al desvío hacia la -para casi todos desconocida- Fuente del Puerco, a la que un día prometemos ir. Algo más adelante, pasado el “Puntal del cabo de la Riscla” (cabo = madriguera), llegamos al camino que desde la Pedrosa va hacia Junco. Pero esa será otra etapa de nuestra Ruta del Gallipato, hoy volvemos hasta la Pedrosa, donde nos esperan unos bocadillos más que merecidos. Al resguardo del Pedroso, cerca de la calera que pronto esperamos sea recuperada, disfrutamos de un sol especial, y del romero y el brezo en flor…
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Por cierto, la noche anterior Abel nos hizo recordar algo que casi todos teníamos olvidado: el nombre que nuestros mayores daban a los gallipatos… Pero esa es otra historia. Hasta la próxima salida.
22/11/08
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El tiempo invitaba a darse la vuelta entre las sábanas y dejar la excursión para otro día, pero el compromiso hizo vencer la pereza y pertrechados con gorros y bufandas emprendimos la marcha a la hora marcada.
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Fue un día estupendo,la enhorabuena a los expertos en senderismo, Chimo y Miguel, que nos diseñaron la ruta y lo tenían todo controlado.
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Hay paisajes que producen sensaciones y el que contemplamos fue expectacular: el mar, La Albufera, La montaña de Cullera, El Peñón de Ifach, etc. solamente por esto bien valió la pena la marcha.
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Se estrenó el GPS, así que esperamos que los técnicos nos pasen el informe correspondiente y así poder ver si el aparato funciona correctamente.
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Terminamos con el almuerzo, todos sentados en la entrada de la Calera de la Pedrosa, con una buena tertulia y pensando que había que empezar a limpiar todo el entorno donde nos encontrábamos.
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La próxima salida continuaremos con el tercer tramo de la ruta, que según nos están comentando los guías es mas bonito que lo realizado hasta ahora
.2º TRAMO DE LA RUTA DEL GALLIPATO:
COVA NEGRA – NAVAJO ROYO – BALSA DE LA PEDROSA..
“¡Con las veces que has ´cazao´ en esa clocha y ahora ecologista!”(Frase que un vecino de San Agustín le dirigió a Miguel al inicio de la excursión)
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El domingo 23 de noviembre teníamos programada la realización de un segundo tramo de la Ruta del Gallipato, y creo que es la primera actividad que nos ha salido tal y como se había programado en un principio, y eso que no lo veíamos muy claro...
Como ya es norma en la Asociación, el punto de reunión para salir fue la Fuente de San Agustín, a la que todos acudimos con la misma idea en la cabeza: “¡Uy qué airazo!¡No sé yo, no sé yo si…!”. Y es que 7 grados de temperatura y el viento frenan un poco.
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No obstante, pudieron más las ganas que el viento y marchamos en los coches hasta la Balsa de La Pedrosa, desde donde fuimos a pie hasta el inicio del tramo, en el cruce con el camino a la Cova Negra.
En este cruce, situados saliendo de la Cova Negra, bajamos por el camino principal y tomamos una bifurcación a la izquierda que nos llevó al “Barranco del Hoz” o de la hoz, donde pudimos observar una pequeña charca. Desde este barranco iniciamos la subida hacia el Navajo Royo, y aunque el camino se divide en dos, ambos llevan al navajo, el de la izquierda entre pinos, y el de la derecha al descubierto.
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Casi sin darnos cuenta, a pesar del desnivel, llegamos al Navajo Royo, en el que hay un bonito corral de ganado en desuso. El navajo no es muy grande, pero es bastante circular, y de un color rojo intenso por la tierra arcillosa en la que está. A cinco metros del Navajo, en dirección Este, el camino sigue, cruza por el lado de un bancal y comienza la subida de la Umbría del Chocolate, llamada así por el color chocolate de la tierra. Esta umbría nos sorprendió a todos los que no la conocíamos por lo frondosa, ya que a pesar de que estos montes sufrieron un terrible incendio hace unos años, se han regenerado totalmente de manera espontánea: todos coincidimos en hacer el mismo comentario sobre la necesidad de realizar labores de selvicultura en la zona. En el camino de la Umbría pudimos ver tres “revolcaderos” de jabalí, lugares embarrados en los que los jabalíes se revuelcan para limpiarse de parásitos, dejando un rastro inconfundible.
El camino de la Umbría del Chocolate termina al poco de volverse llano, en una antigua “garra” hoy abandonada en la que se vuelve senda y sube a la izquierda en el único tramo algo difícil del camino –no os asustéis, poco más de cinco metros-, que nos lleva hasta el llamado “Navajo del Enjarrao”, un pequeño navajo en el que el agua no aguanta mucho tiempo. Junto a él se puede apreciar una veta gris de yeso, y sobre el navajo, siguiendo la senda, la caseta del Tío Enjarrao, que da nombre al navajo, y que nos lleva hasta el Collado Gabarda.
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En el Collado de Gabarda se nos cortó la respiración a todos, y no fue por el esfuerzo: por lo claro de la atmósfera pudimos ver una amplia extensión de mar, la Albufera, el monte deCullera, y tras ellos el Peñón de Ifach. A la derecha se veían los generadores eólicos de arriba del puerto de Buñol: creo que esta energía alternativa, planteada con el modelo actual de la Generalitat, no es ir hacia adelante si no hacia atrás.
Aquí, en este magnífico mirador, Rafa sufrió uno de esos ataques de hiperactividad que de tanto en tanto sufrimos algunos miembros de la ACLA, y salió disparado con el gps y la cámara de fotos hacia el cercano mojón de término que queda a la derecha del mirador; recuperado del “ataquito” se unió al grupo, camino de los preciosos corrales de Lázaro con su peculiar “arco” en punta de flecha (aquí el que sufrió el ataquito fui yo, aunque Alejandro con su cámara de fotos y Amparo Ferrer con la cámara de video no pararon en toda la mañana…).
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El camino llega hasta la pista forestal que está ante la puerta de los corrales: me comentaChimo que la Ruta del Gallipato bajará por la pista hasta la Balsa de la Pedrosa, pero como nuestra excursión hoy es para elaborar la ruta, y a partir de aquí es un tramo muy definido, decidimos disfrutar del paisaje y volver a la Pedrosa dando un pequeño pero bonito rodeo, cruzando la pista a la izquierda de los corrales, y bajando por un camino entre pinos que pasa junto al desvío hacia la -para casi todos desconocida- Fuente del Puerco, a la que un día prometemos ir. Algo más adelante, pasado el “Puntal del cabo de la Riscla” (cabo = madriguera), llegamos al camino que desde la Pedrosa va hacia Junco. Pero esa será otra etapa de nuestra Ruta del Gallipato, hoy volvemos hasta la Pedrosa, donde nos esperan unos bocadillos más que merecidos. Al resguardo del Pedroso, cerca de la calera que pronto esperamos sea recuperada, disfrutamos de un sol especial, y del romero y el brezo en flor…
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Por cierto, la noche anterior Abel nos hizo recordar algo que casi todos teníamos olvidado: el nombre que nuestros mayores daban a los gallipatos… Pero esa es otra historia. Hasta la próxima salida.
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Nota del blogger:
Tenemos dos crónicas de la misma marcha, no se trata de ningún error, dos personas han ocupado su tiempo en hacerla y por tanto he decidido publicar las dos, además personalmente me gustan las dos, cada una con su sensibilidad propia.
También me he visto sorprendido por la cantidad y calidad de las fotos que me habéisenviado, el equipo de reporteros gráficos es de lo mejor.
Gracias amigos.
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