martes, 9 de noviembre de 2010

VENTISQUEROS DE ALCUBLAS

LUNES 25 DE OCTUBRE DE 2010

VISITA A LOS VENTISQUEROS DE ALCUBLAS

LOS VENTISQUEROS DE LA CUMBRE

Me parece que no es normal lo que estoy haciendo, sin darme cuenta estoy dedicándome a otros menesteres, en vez de seguir con las Musicalerías. Comienzo el pequeño resumen de esta manera, porque habrá alguien que me diga que no lo va a llevar a cabo todo él, así que voy a contaros la salida al campo que hemos realizado Miguel, José Luis y yo.

La semana pasada ya había quedado con nuestro guía (era su día libre), para que nos acompañara a José Luis y a mí, a ver unos ventisqueros existentes en la Cumbre, la cara Sur de La Solana, que es la que mira hacia el pueblo.

Hoy, Domingo día 17 de Octubre a las 9: 30h. ya nos estaba esperando nuestro amigo con su mochila colgada del hombro en la Plaza de La Santa Cruz, y de mutuo acuerdo hemos decidido almorzar un poco para coger fuerzas antes de salir: viendo el día como pintaba era lo mas prudente (aire y frío).

Hacia las 10:20h, nos hemos puesto en marcha con destino al fondo del Barranco Lucía; Miguel nos va contando mil y una anécdotas sobre todo lo que vamos viendo, paredes, hierbas, limpieza del monte y de vez en cuando una pequeña advertencia, aquí no corras, que hay un charco muy grande y así hasta donde hemos dejado el coche.

  
                          

El monte a consecuencia de las lluvias de días pasados, estaba precioso y eso que el viento era molesto y no podíamos disfrutar del paisaje como hubiésemos deseado, pero gracias a eso teníamos unas vistas privilegiadas: por un lado el Palancia con los Llanos de Viver y las Cuestas de Ragudo al final; un poco más al fondo a la derecha el majestuoso Peñagolosa; al otro lado La Calderota; observando con todo su resplandor el Mar Mediterráneo, girabas un poco la vista a la derecha y te aparecía el Villar del Arzobispo, con la Sierra de Chiva detrás, así que como podéis imaginaros era un lugar estratégico y un mirador de ensueño.

Vamos andando en busca del primer ventisquero, a los pocos metros ya oímos la voz de Miguel que nos avisa, lo veis, ahí abajo lo tenéis y no se ha ido ni un metro, allí se encontraban los restos del “Ventisquero nº 1 “: lo medimos, hacemos las fotos de rigor y en marcha hacia el otro. A los pocos metros aparece delante de nosotros otro muro de piedras un poco mayor que el anterior, al que llamamos “Ventisquero nº 2 “, seguimos con el mismo ritual que en el anterior, pero Miguel no para y siempre tratando de enseñarnos y descubrirnos cosas de la montaña, nos enseña dos variedades de pequeños helechos que crecen dentro del ventisquero.


Poco más adelante nos aparece con un trozo de material cerámico usado en los postes de la conducción de la luz que iba a Alcublas (“la luz del Mocho”, la llamaban. Por cierto que más tarde Abel nos contó una anécdota que a él le contaron, y es que cuando se hizo esta conducción, el día que se inauguró la línea de luz hubo gente que salió a Santa Bárbara “a esperar” la luz, sin saber muy bien qué era aquello de la luz y cómo funcionaba, como si fueran a ver algo físicamente en aquelloshilos colgados de postes…).

El siguiente ventisquero nos indica Miguel que está un poco mas lejos, “tenemos que pasar aquella pequeña masa de pinos y detrás enseguida lo veremos”, no falla en su ubicación, le seguimos y allí que nos aparece una preciosa pared con mas de tres metros de altura, con su muelle de carga y un camino de piedra que conduce hacia el interior de la montaña. La verdad que es precioso, merecía la pena subir allí y verlo. Este lo anotamos como ventisquero nº 3.


Siguiendo el camino de carro que existe entre la maleza nos lleva hacia los restos de otro, este mucho mas pequeño que los anteriores y más deteriorado, pero se podía observar los restos del muro, así como el aprovechamiento en el lado norte de la piedra natural. Aquí José Luis se ha dado cuenta que había perdido la cinta métrica, así que a recorrer el camino y a buscarla, no tardando mucho en encontrármela entre unas matas. De vuelta hacia el coche, todavía hemos visto algunas paredes que servían para recoger la nieve los días de ventisca y de allí la llevaban a los ventisqueros.

Al ser una hora prudente, hemos decidido regresar por Sacañet, le hemos echado una visita al amigo Agustín, hemos tomado un refresco y de vuelta al pueblo, dando por finalizada la visita a los ventisqueros de La Solana. Solamente recordaros que no solamente están los famosos de la Bellida, en nuestro término también los tenemos y tan bonitos como lo puedan ser aquellos y para muestra el que tenemos en la carretera de Altura a la derecha. Hoy lo comentamos, pero esperamos en un futuro no muy lejano poder tener para disfrute de todos “La Ruta de los Ventisqueros “.


Serafín Martínez Marz. ACLA.

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